Principios y valores que perduran en el tiempo
Redacción: María Tiller
La sociedad wayuu presenta una estructura compleja, organizada en torno a los e´irukuu (clanes), que regula la toma de decisiones y el respeto a normas implícitas en esta organización. Dentro de la familia nuclear los hijos son guiados por el hermano de la madre el a’laülaa “tío materno”, esta figura desempeña un papel muy fundamental en la cultura wayuu, como representante de la familia y autoridad dentro del territorio, e inculcando principios y valores esenciales para la comunidad.
Los A´laulaa “ancianos ancestrales”, son vitales en este proceso de transmisión de conocimientos, la historia, la cultura y las enseñanzas de generación en generación. Esto es crucial para la preservación de la identidad cultural del pueblo wayuu.
Dentro de nuestra cultura prevalece la armonía y la moral gracias a la orientación de nuestros mayores ya que son ellos quienes rigen y velan por el bien de cada territorio.
En una intervención de Ziruma Morales, en la comunidad de Maajalii durante la cuarta sesión de la Escuela Jayariyú Farías Montiel, la socióloga destacó que los tíos y los ancestros juegan un rol fundamental dentro de la estructura social y familiar. Esto resalta la importancia de estas figuras en el bienestar, la educación y la cultura de los miembros de la familia y de la comunidad en general.
Sin embargo, he visto que, en muchas ocasiones, el valor de la palabra de los mayores es ignorado por algunos miembros de la familia. Esto es preocupante, ya que su sabiduría y experiencia deben ser respetadas y valoradas, especialmente en el contexto de las intervenciones familiares. Son ellos quienes transmiten conocimientos, habilidades y valores fundamentales que sostienen la cohesión y la identidad cultural de la comunidad.
La nueva generación a menudo ha relegado estos principios, usos y costumbres a un segundo plano, influenciada por la educación occidental que han permeado en el territorio wayuu. A pesar de esto, aún hay personas que mantienen viva la esencia cultural y moral, especialmente aquellas que residen en la zona norte extrema de la Alta Guajira (wuinpumuin). Esta zona se distingue por la continuidad de sus tradiciones y prácticas culturales, mientras que en la media y baja Guajira, se ha observado una mayor adaptación a las influencias occidentales.
Esta dualidad entre la preservación de la cultura y la influencia de la modernidad resalta la importancia de encontrar un equilibrio. Es esencial que las nuevas generaciones reconozcan el valor de su herencia cultural y busquen formas de integrar estos conocimientos en un contexto moderno, para que la riqueza del legado wayuu perdure y se adapte sin perder su esencia.
En mi familia siempre hemos contado con el respaldo de mi tío materno, siempre está al frente de cada situación que se presenta en nuestro territorio, la comunidad le tiene un gran respeto porque siempre se ha demostrado con un carácter fuerte al ponerse frente a cada situación que se presente en nuestro territorio o cada intervención familiar.
La nueva generación desconoce la sabiduría de los ancestros, esa costumbre de consultar sobre algo, ese conocimiento basado en experiencias ha quedado a un lado, porque los jóvenes de hoy en día no tienen esa conexión espiritual ya que se dejan influenciar de la cultura occidental dejando como consecuencia la pérdida de valores y de los reconocimientos al cual ellos representan, así como también hay jóvenes en busca de espacios para fortalecer su identidad propia.
En mi proceso de escuelante me ha permitido ver y arraigarse más a mis principios del ser wayuu, conectado conocimiento que voy atesorando para fortalecer desde mi aprendizaje a mi vida cotidiana.