domingo, 29 de octubre de 2017

Eküna anainjer tu serueza - De la cerveza también se come


“Eküna anainjer tu serueza” “De la cerveza también se come”

Por, Paola Vangrieken, Wayuu Uliiana/Escuela de comunicaciones del pueblo wayuu

Un problema familiar lo trajo hasta Manaure, él tenía tres años y era  1985 cuando comenzó su vida en lo que el después trataría como su pueblo natal. Daniel Robles es el menor de 11 hermanos y desde muy joven aprendió defenderse con diferentes trabajos.
 Estudió hasta noveno grado, y según él esa es la razón por la que hoy vende cerveza, “para ser aseador exigen  que tenga un curso, si solamente es bachiller no le dan el trabajo, tiene que tener un título o un cartón donde diga que  es un tecnólogo y así pueden trabajar en cualquier lado”.
Daniel Robles, como muchos de los indígenas que no terminaron su bachillerato, ha explorado un sinfín de trabajos informales, “yo siempre he trabajo en oficios varios cualquier cosa que siempre salía por allí siempre me le media y también tuve la oportunidad de trabajar en una expresa por unos meses pero era por contrato”.
El 1994 con 22 años, decidió ser su propio jefe, compró unas cajas de cerveza las enfrió e inauguró su propio local “lo que me impulsó a poner este negocio fueron las necesidades que pasé, dije porque no trabajar en esto si también es un trabajo normal, de la cerveza también se come y me permite sostener a mi familia”.
A los pocos años el negocio creció, ya no era él sólo, se había convertido en una fuente de trabajo para otras 3 personas “me ayudan con la cuestión de atender a los clientes quien nos visita diariamente en este negocio. Soy el encargado de administrar y estar pendiente de lo que hace falta. Diariamente se compra 20 canasta de cerveza para que quede para el fin de semana hay días que son buenos y hay días que son malos que casi no se vende nada”
“Sé que para conseguir un trabajo es difícil hay que tener una buena palanca porque no es fácil de conseguirlo, las   cerveza se las compro a mis amigos por cantidad quien me los vende por menos precio en el municipio de Uribía cerca de Manaure”, este wayuu, consiguió en la venta de cerveza un trabajo con que mantener a su familia y le brinda la oportunidad de trabajar  a otras personas.
Daniel, es consciente de los riesgos que tiene el negocio que emprende. Por eso lo  continua ampliando, desde hace pocos años también sirve almuerzos y gaseosas.
En medio de la música recibe a sus clientes, a los más  jóvenes les aconseja que estudien “les doy mi testimonio, y les digo que en mis tiempo había menos programas y ayudas, los pobres no teníamos plata para ir al colegio, que aprovechen las oportunidades que les dan, que la  juventud es muy bonita”

En el 2017 ya cumplió 45 años y habla como si su juventud hubiera pasado hace mucho tiempo,  es la experiencia y el sacrificio que lo acreditaron de un gran cúmulo de madurez, por las mañanas. Siempre está sonriente y  maneja su negocio como si fuera un municipio pequeño, está pendiente de los deberes , de las necesidades, de los mercados a explorar, de las esperanzas y de las ilusiones de crecer. 

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