martes, 28 de octubre de 2025

 Los outshii son el aliento espiritual del pueblo wayuu


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Texto: Francheska Gómez escuelante de la Escuela de comunicación wayuu

Fotografía: Cesar Palmar 


Un lienzo de tonos verdosos y húmedos, se extendía sobre el Resguardo 4 de Noviembre Municipio de Albania, mientras el trino matutino de las aves marcaba el territorio contemplado un momento importante, la presencia del outshii Guillermo Urariyu, un sabio de profunda valía, cuyo saber se cimentaba en los instrumentos musicales y la curación ancestral, vestía un llamativo shempala color mostaza, declarando su eirruku, urariyu hijo de Pushaina y nieto de  uriana, un honorable putchipü y sabedor wayuu.

Los Outshii, son el aliento mismo de la tierra, guardianes de las hierbas curativas y de la integridad en el territorio, representan cimientos inamovibles en la cultura wayuu, Guillermo al narrar su iniciación como outshii, desveló un hilo espiritual que se remonta en su bisabuela, conocida como Chaves Pushaina, era una guardiana del espíritu, que utilizaba el tambor y la maraca como llaves para abrir puerta a sus visiones.

Además, esta herencia ancestral fue transmitida a dos figuras prominentes, sus tías Chiviri y Alicia, ambas Wayuu Pushaina, quienes tejieron la segunda etapa de estas guías espiritual, según el testimonio de Rosa López Pushaina, miembro del Resguardo.

Así mismo la vocación de Guillermo Urariyu se consolidó tras superar una prueba severa de siete días de malestar físico, en la quietud de una noche, su abuela se le presentó en un sueño esclarecedor, invitándolo a que sea guardián del entorno, “observa a tu alrededor, ahí se encuentran las plantas que usarás para curar a las personas, durante un año completo, tu labor no recibirá paga alguna”, desde ese momento sagrado ,el sabedor abrazó su destino dedicándose a enderezar el camino de quienes perdían su equilibrio.

Sin embargo, la forma de ver el mundo es fascinante, cada protector del espíritu tiene su manera de llamar a la visión, algunos ingieren makuirra, el concentrado vigoroso del tabaco; otros confían en el sonido penetrante de las maracas y los tambores e incluso, existen quienes consumen brebajes fermentados para facilitar el descenso del espíritu guía, esta diversidad ritual demuestra que no hay un único camino para interpretar el universo invisible.

Finalmente, el sabio  detalló las prohibiciones rigurosas que enmarcan su ejercicio, si él administra un baño sagrado a un individuo utilizando una medicina ancestral específica, tanto él como el paciente deben abstenerse de ingerir carne o yajawushi-mazamorra durante un periodo establecido, la transgresión de este precepto anularía la esencia etérea conferida por la planta, exponiendo al Outshii a serios quebrantos de salud, estás directrices, importantes para la integridad del proceso sanador, evidencian el cuidado y el compromiso intrínseco a su que hacer sagrado.

A pesar de toda esta sabiduría que fluye en la voz de Guillermo, una niebla de incertidumbre cubre el Resguardo 4 de noviembre, la ausencia de relevo generacional entre jóvenes visionarios que ocupen su lugar, no han emergido ningún descendiente capaz de continuar la senda de los guardianes que ya partieron. La voz de Guillermo, tan llena de vida y conocimiento, ahora resuena en un silencio expectante, como si la tierra misma preguntara quién tomará el bastón de la visión cuando los pasos de los mayores se detengan.


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