Yeiner
Ojeda Amaya, mientras con los pies pedalea su bicicleta, con su boca esparce el
wayuunaiki para afirmar que es miembro de una generación de wayuu-hablantes. El wayuunaiki es idioma oficial del Departamento de la
Guajira, es la lengua materna de los indígenas wayuu, pueblo más numeroso de Colombia.
Por,
Ángel Bilches González, Wayuu Wouliyuu /Escuela de comunicaciones del pueblo
wayuu
Pedalea
la bicicleta, su piel morena aun va
mojada por el reciente baño del jagüey, en el rostro lleva impregnada su
particular sonrisa, tiene cabello negro y rizado, con su apariencia de alijuna va al colegio. Es un
niño indígena que habita en Wepiapa, la única
comunidad wayuu del Municipio de
Dibulla, Departamento de La Guajira.
Son
las seis y treinta de la mañana, Yeiner
Ojeda Amaya, en su bicicleta recorre 4 minutos desde su casa hasta la Escuela
Wepiapa, trayecto que repite de lunes a
viernes. A sus 10 años cursa el cuarto
grado. Con fluidez habla wayuunaiki, español a la perfección y un poco de
inglés. Es un niño wayuu trilingüe.
En
la escuela aprende a hablar español, gracias a su profesora Luisa, que él
reconoce como una guía, también
aprende a sumar, a conocer el mapamundi,
a leer cuentos y otras actividades que desarrolla con sus compañeros. Siempre
tiene ganas de aprender cosas nuevas.
Al
medio día, regresa a casa para reunirse con su familia, aquí el wayuunaiki es
el idioma oficial. Sus vivencias le
permiten pensar que es necesario aprender varios idiomas para tener más
conocimientos, “cuando sea grande seré un gran profesional pero sin dejar de
hablar mi propia lengua, el wayuunaiki”. Tiene la seguridad de que si se aprende varios idiomas ejercerá una gran ventaja que
lo hará crecer y promover un futuro con grandes oportunidades, hablar el
wayuunaiki le garantiza la permanencia de su identidad wayuu.
Yeiner,
es el reflejo de la resistencia de su comunidad y familia. Dibulla es un municipio donde conviven
mayoritariamente alijunas y otros grupos
indígenas como los Wiwas, Arhuacos y Koguis
que tienen sus asentamientos en la Sierra Nevada de Santa Marta, al sur del
Departamento de la Guajira.
En
esta parte de La Guajira es escasa la presencia de los wayuu, por su cercanía
al magdalena. Yeiner a su corta edad y con una seriedad admirable, reconoce la
presencia de otros pueblos indígenas,
sabe que vive en un país multiétnico, “Hay Arhuacos que vienen acá, desde la
sierra, ellos hablan su idioma, también quiero aprenderlo, pero no doy. Eso no
significa que no quiero ser wayuu”.
Su familia,
está marcada por el desplazamiento forzoso por grupos paramilitares. Obligados
se desplazaron para asentarse en Wepiapa donde comienzan una nueva vida hace 11
años, “Si me dan la oportunidad de estudiar en otra parte lejos de mi tierra,
de mi gente, seguiré hablando con orgullo mi wayuunaiki en medio de personas
desconocidas”.
Rechaza
algunos casos de niños y jóvenes que se avergüenzan de hablar su idioma y no
comparte esa idea. “A los niños que no
hablan wayuunaiki digo que son creídos, solo los ignoro”. Tiene bien definido
su posición frente a esta situación que se ha venido presentando en la cultura
Wayuu, no solo en su territorio.
Un
enfoque diferencial en el sistema de educación es la exigencia de esta comunidad,
para fortalecer su idioma el Wayuunaiki y su identidad étnica a través de la
escuela. Su exigencia la complementan
con el ejercicio de su derecho a recibir una educación propia.
No
debería representar una lucha si reconocieran sus derechos colectivos, amparado por la
constitución de la Republica de Colombia que manifiesta la existencia de la
educación intercultural bilingüe y los programas de etnoeducación en los
territorios indígenas, de igual manera expresados
en la ordenanza número 01 de 1992, que declara el wayuunaiki lengua oficial del departamento de La
Guajira.
Muy
contrariamente a la realidad de Yeiner, las nuevas generaciones wayuu
evidencian un debilitamiento en el habla
del wayuunaiki. El 60% de los jóvenes, emigran
de sus territorios ancestrales a las ciudades, por lo que dejan el wayuunaiki y
comienzan a usar el español, un gran porcentaje de ellos manifiestan vergüenza
étnica. Mazula Torres, lingüista wayuu originaria del sector Walerü, afirma que
sólo quedan 2 generaciones
wayuuhablantes y que hay una extinción lingüística.
Cuando
la tarde se asoma entre los cerros de Wepiapa, las abuelas de esta comunidad continúan
enseñando el wayuunaiki y exigiendo la oportunidad de ser wayuu para sus
nietos. Según datos estadísticos la población total wayuu es de aproximadamente
400.000 individuos, de los cuales el 75% habla wayuunaiki.
El
wayuunaiki, tal como la bicicleta de Yeiner necesita ser pedaleada, para mantenerse
en el camino de la cultura y la identidad wayuu.
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