viernes, 29 de agosto de 2025

La economía wayuu es la esencia del territorio 




En el Noroeste de la Guajira en la comunidad Pasito del Municipio de Riohacha territorio del eiruku ipuana, que se encuentra aproximadamente a 2 kilómetros del pueblo, se caracteriza por ser la primera comunidad que ha destacado en cuidar la madre naturaleza como Guardianes Ambientales en el departamento de la Guajira, Colombia. Sin embargo, la contaminación y la tala de los árboles, como si de un huracán se tratara, ha arrasado todo a su paso, incluso a la comunidad indígena la cual ha resistido por décadas en su intento de proteger sus riquezas naturales.

Según el Guardian Ambiental José Vicente Cotes, anteriormente la comunidad El Pasito era fértil, ofrecía bienestar a sus hijos y a los animales que habita en ella , principalmente en la pesca artesanal , la cría de ovejas y chivos que tienen un gran significado cultural, las artesanías como las mochilas y los chinchorros, una actividad económica que refleja fuerza, resistencia de la mujer wayuu. Las frutas silvestres eran los productos de consumo natural que nutrían a los niños y los demás miembros, no necesitaban de los alimentos foráneos, todos eran naturales, sin ningún químico, “yo me comía las iguarayas, es por eso que yo hablo fuerte pero siempre solidario con los demás” sostuvo Cotes.

Dentro del territorio hubo un caso discriminado como el envenenamiento de los cangrejos azules con bejuco y guineo, sólo en una noche muerieron unos 800 especímenes aproximadamente entre pequeños y adultos. No obstante, aún se ve las caza de los caracoles en tres comunidades como Buena Vista, Cangrejito y la Raya que en aquel tiempo los kilos del caracol oscilaban entre 8 a 10 mil pesos, hace más o menos 20 años atrás cuando todo estaban en bajo precio. 

Por los tantos daños a madre naturaleza los guardianes ambientales, asumieron la tarea de proteger el entorno, decidieron colocar orden dentro del territorio. “La madre naturaleza necesitaba respirar y ser tratada de buena manera sin maltratos, somos guardianes y velamos por el bienestar y el cuidado del territorio”. Manifestó Olegario Cotes, un guardián ambiental.

La economía en la actualidad es el pastoreo y las artesanías, la que sostiene el pan del día a día de la comunidad, a través de la técnica las mochilas wayuu por sus colores vibrantes y patrones únicos que representa la historia y la cosmovisión del pueblo, las tejedoras no solo crean objetos si no que transmite su cultura a través de su diseño. Mientras que el pastoreo ha sido una actividad de la mayoría de las familias en la cría de ovejas y cabras que al venderlos en el pueblo, el kilo de carne oscila entre 16 y 17 mil pesos, con eso se benefician y sostienen las familias, ya no están casi en la caza de los cangrejos azules porque los guardianes ambientales colocaron normas y reglas dentro del territorio.

“Gracias a unas capacitaciones que se dio a las familias, hoy se pueden cazar en dos épocas del año en mayo y finales del mes de septiembre, cuando empiezan las primeras semanas de lluvia los cangrejos comienzan a salirse y todos benefician”. Afirmó Enor Cotes.

 

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